5 trucos para hacer deporte aunque no te apetezca nada

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Por muy fan del gimnasio que seas, es normal que a veces no nos apetezca nada movernos del sofá y prepararnos para ir a hacer deporte. Bien porque has tenido un día muy largo, bien porque el trabajo o los estudios te quitan mucha energía o, simplemente, porque no quieres dejar de hacer lo que estás haciendo en ese momento para ir a entrenar.

Hay días que te levantas y te vienen a la cabeza pensamientos como hoy no tengo ganas de hacer ejercicio o hoy lo dejo… total, ¿qué más da? Puede que estés cansado hasta las trancas, deprimido, apático o sumido en la pereza y que no te apetezca nada ir al gimnasio, el hecho de encontrarte con la gente, ponerte a hacer deporte, sudar, etc.  Te entendemos, ¿quién no ha pasado por un momento así?

Pero en OKEYMAS queremos animarte a vencer esa pereza y a mantenerte fuerte y firme para conseguir todos tus objetivos. Recuerda siempre por qué empezaste, cuando sientas que la pereza te vence piensa en la motivación del principio, la satisfacción que te produce haber realizado un buen entrenamiento y la alegría que sientes cuando compruebas los resultados obtenidos en el gimnasio con tus propios ojos.

Verás cómo en cuanto te mentalices de que levantarte e ir a entrenar es la mejor idea, la sensación de pereza y cansancio desaparece en minutos.

¿Conoces esta sensación de desgana, pero no sabes cómo plantarle cara exactamente? No te preocupes, en esta entrada te dejamos cinco trucos infalibles para hacer deporte aunque en un principio no te apetezca nada, verás que en cuanto empieces no vas a querer parar.

5 Tips para hacer deporte aunque no te apetezca nada

1. Busca un compañero

Sin duda, a la hora de la motivación para hacer deporte, aunque no te apetezca nada, este es el mejor consejo que te pueden dar. Entrenar con alguien o quedar con un amigo para ir al gimnasio es la mejor opción para vencer ese momento de pereza que hace que nos quedemos en casa. Si ya hemos quedado con alguien nos “forzamos” a ir y, por tanto, tendremos dado el primer paso.

Es importante compartir la motivación, así el día que uno se encuentre menos animado para salir de casa y ponerse a hacer ejercicio, el otro le animará, ¡recuerda que habrá veces que te tocará a ti tirar del carro! Además, en general, es mucho más divertido compartir tu rutina de entrenamiento con otra personas, podréis compartir rutinas y logros.

2. Música 

Este es un clásico. A veces necesitamos un poco de motivación extra y escuchar música antes de entrenar en el gimnasio te puede dar el empujón definitivo. Si ni aún así te animas, seguro que encuentras esa estimulación necesaria en la canción que siempre te gusta escuchar cuando haces ejercicio.

Una buena idea es crear una playlist de canciones que te gusten y te motiven, aunque en las principales plataformas de música hay muchas listas hechas ya pensadas para entrenar con ellas, échales un vistazo -o una oída- y verás como automáticamente te motiva para activarte y darlo todo de ti.

Aprovechamos para recordarte que la música es importante tanto en el previo como durante el ejercicio, tus canciones favoritas, esas que más te motiven y te llenan de energía serán tus mejores aliadas cuando estés dándolo todo en el gimnasio. ¡Sumérgete en la melodía y olvídate de todo lo que hay a tu alrededor!

3.- Elige actividades que te gusten

¿Por qué aferrarte a lo que siempre haces o a la sesión de ejercicio que tienes en mente? No tienes porqué correr o hacer las mismas rutinas de ejercicio cada vez que vayas al gym, una de las principales ventajas que tiene entrenar en un gimnasio es la variedad de ejercicios y actividades que se ofrecen.

Así que elige las que más te diviertan: zumba, ciclo indoor, actividades cuerpo-mente, etc. También es buena idea combinarlas, en una misma sesión, por días o como a ti te parezca.

Cuando lo que vas a hacer es divertido, no tienes que obligarte tanto y realizar siempre actividades que nos hagan ilusión y nos motiven.

Quizás después de un tiempo en el gimnasio comiences a cansarte de hacer siempre los mismos ejercicios, pero esto no tiene porqué ser así, introduce variaciones, prueba nuevas formas y nuevos ejercicios.

Échale un vistazo al programa de actividades de tu gimnasio y atrévete a probar cosas nuevas, verás que te vas a llevar una grata sorpresa. ¡Déjate aconsejar por los técnicos que trabajan en OKEYMAS y reinventa tus rutinas!

4.- Huye de las metas u objetivos poco realistas

La apatía se vence, pero si a esta le sumamos el desánimo, el reto a superar es doblemente complicado. Para no caer en esa fase, cuando se está en el gimnasio o se establecen rutinas de deporte es importante no ponerse objetivos demasiado altos e ir poco a poco.

En este sentido, el monitor te ayudará a establecer los tiempos y objetivos recomendados para tu caso concreto una vez te conozca.

Comienza con objetivos más sencillos y crea el hábito de ir al gym para hacer lo que realmente te gusta. Aunque conseguir nuestras metas requiere de mucho esfuerzo y sacrificio, es una realidad que mantener la motivación alta nos facilitará disfrutar del camino hasta conseguir estos objetivos.

Ve adaptando las metas a tus circunstancias y, siempre que estés entrenando, ten presente la sensación de satisfacción que se experimenta cuando consigues lo que tanto habías deseado y luchado. Poco a poco irás poniéndote objetivos más ambiciosos que te permitirán disfrutar e implicarte más con tu trabajo en el gimnasio.

5.- Escucha a tu cuerpo

Si después de hacer deporte notas que estás más cansado de lo habitual, prueba a variar tu dieta.

Cuando se pasa de una vida sin ejercicio a realizarlo de manera habitual los hábitos alimentarios también han de cambiar, ya que nuestro cuerpo tendrá unas necesidades nutricionales diferentes. Si estás realizando mucho ejercicio tal vez sea el momento de aumentar la cantidad de carbohidratos antes y después de los entrenamientos. Tu cuerpo debe estar siempre bien alimentado, siguiendo una dieta saludable y equilibrada.

Lo mejor es que acudas a un profesional que te pueda aconsejar de forma individualizada y que añadas más minerales, verduras y frutas a tu dieta. Si notas que tu cuerpo no responde como debería, tal vez estés haciendo algo malo con tu alimentación, por lo que lo mejor es revisar los parámetros con un especialista.

Hacer deporte sin ganas

Conclusión 

Los días que no quieres entrenar, y aun así lo haces, cuentan casi como doble: has luchado contra la desgana, has superado las malas sensaciones y has sumado un extra de motivación increíble. Tómate un segundo para pensar que siempre que haces ejercicio lo agradeces y te sientes bien. Recuérdalo cuando te comience a vencer la pereza y recuerda también tu objetivo, sabemos que no es fácil, pero ten claro que el sacrificio merece la pena siempre. Todo el proceso que abarca un entrenamiento en el gimnasio no es algo solo físico, sino también mental. Gracias al ejercicio físico y las rutinas y objetivos que te estableces, ejercitas además tu capacidad de ser constante, comprometido, te vuelves más responsable y disciplinado. Ahora ya está claro: no hay excusa para no ir a hacer un poco de deporte y sentirte mejor contigo mismo.

Sabes que puedes conocer más sobre nuestro equipo en Deporocio. ¡Qué pases un buen día!

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