Natación en edades tempranas
¿Apuntar a los niños a natación sólo por aprender a nadar?
No debe ser el único objetivo a la hora de apuntar a nuestros niños a clases de natación.
Que aprendan a nadar los niños desde pequeños supone un seguro y más en zonas costeras, con un amplio abanico de deportes acuáticos y con piscinas de uso recreativo en verano.
Son cuantiosos los beneficios que vamos a obtener a la hora de llevar a los niños a la piscina.
La natación es de los deportes más completos que se pueden realizar, la mejora física es evidente. La falta de impacto al realizarse en el medio acuático, hace que sea recomendable para personas con distintas patologías.
Con las clases de natación obtendremos tanto beneficios físicos como cognitivos.
En los beneficios físicos nos encontramos con la mejora de las cualidades físicas básicas como el salto, el equilibrio y los lanzamientos. Mejoraremos también el tono muscular, la resistencia y la capacidad respiratoria al ser un deporte aeróbico en estas edades..
Al nadar, mejoraremos la movilidad articular y la coordinación motora. También ayudaremos al desarrollo del niño, abre el apetito y mejorar el descanso del mismo. Factores claves en el metabolismo del niño.
Los beneficios cognitivos:
Mejorar la autoconfianza y seguridad en sí mismo, al ver que es capaz de desplazarse por sí solo. En nuestras clases intentaremos conseguir que sean independientes (ducharse, ponerse las gafas, gorro, etc).
Mejoraremos las relaciones sociales, tanto entre compañeros como con los monitores. Del mismo modo las clases nos ayudaran a trabajar la cooperación con otros miembros (padres, monitores, compañeros, etc).
Todos estos beneficios los conseguiremos siempre partiendo de que EL NIÑO TIENE QUE APRENDER DIVIRTIÉNDOSE, sin olvidarnos de las técnicas específicas de los distintos estilos de natación.
Carlos Núñez Rodríguez
Técnico de actividades acuáticas, OKMAS Puerto Wellness.